Tragicomedia cósmica de una generación
Aullido de Ginsberg
Promovido en medio de una vorágine selvática
Que rompió el amor de muchos
Hasta declarar su enemistad
en los estrados judiciales.
Esa locura no te ocurrirá a ti y a mí
Reina Beatriche, porque nuestro amor
Se teje como girnaldas de ventana a ventana
Haciendo posible el movimiento de las estrellas.ç
Me hiciste estremecer como a Macbeth
En medio de horridos pases de brujería
En el hoyo negro de los días malos.
Eres el desierto peruano
Lleno de la magia del viejo/nuevo mundo
Patria de los Antiguos que se deslizan por el viento
Con sandalias de poesía y danza.
Malagueña entre mis brazos
Merced de mis colores
Entre los más sensuales
Maullidos de los gatos.
Promesa de los actores
Promesa de los desnudadores
De la comedia electro-magnética.
Sonia en las estepas de Siberia
Te persigo como el amante
del corazón roto
hasta que se detuvo la porquería
en un santiamén y parasiempre.
La era de Ginsberg no ha terminado
Y Ray Charles sigue mucho más vigente
que toda la basura contemporanea
que se borra inmediatamente nace.
¿No tiene mucho de Cristo el Anticristo?
