martes, 24 de enero de 2017

De Artistas del Infierno y Otros Cantares Gitanos






   Los artistas de cierta esfera infernal
Han instalado sus talleres itinerantes
A lo largo del Sena

Curtidos por el sol que es de todos los colores
Los versos del sobreviviente les asisten en la jornada

Serpiente amarilla y rítmica
En el Barrio Latino 

Descubriste el bálsamo de oscura melodía
Belleza natural y artificial
En paraísos frecuentados
Por los poetas
Por los adivinos
Por músicos de feria y piratas

Las ciudades son bosques de tinta
Desiertos de asbesto y alquitrán
Danzas de muerte gris
Y palacios de entretenimiento
Contrastes de venenos diversos

La estatua equestre
ha cobrado movimiento
Se pierde en sus ropas
Como el rey serpiente
Escapando entre nuestros pies

Daremos caza a la víbora
Y la aplastaremos
Sin contemplaciones

En los aires estuvo su hábitat
y hoy continua frecuentando
El Arbol de la Ciencia
Del Bien y del Mal


II

  Caminante, gitano de corazón
Esperaba ansiosamente
El paso de las caravanas
Por el desierto y la retama
Serpenteando por los pequeños pueblos
De una España curtida por el sol
De un Mar Mediterraneo
Por donde nos llegaron las cartas del Tarot
Marsella hablaba através de símbolos y Arcanos
Todavía las ruinas dejan sentir la majestuosidad
De los templos moriscos y los beduinos
Rostros tostados por calores purificantes
El hambre no exacerbada por el hallazgo
Por encontrar siempre un camino nuevo
Las torres guardan el eco de antiguos califatos
Poema sufi viajando por las arenas
Recorriendo con su erótica caricia
Las dunas y los pueblos de Marrakesh
Y pronto la mirada se detiene
Entrejiendo sueños de las mil y una noches
Mientras los dioses y sus divinas compañeras
Puedan mirar con agrado a la raza gitana
Luego habremos robado el fuego
Asaltado en bloque a la masa divina

Dueños del rastro que vamos marcando

La marcha es larga y nos acompañan las canciones
Aquel piano y violín que recordamos
El acordeón que vuelve noche tras noche
Los tambores que hacen girar
Nuestro sol carnavalesco















Ven Samantha, Lilith hagan de una buena vez
Las paces con esta raza alienada por los reyes malditos
Vuelve a sacar de tus entrañas la cosecha de musicos
De nuevos piratas que roben el fuego de los dioses
Porque ya muchos charlatanes
Han visitado nuestras tiendas
Y los que se decían los iluminados
Permitieron la entrada de extraños gigantes
Y de hiedras pansexualistas

Creemos que la oscuridad encierra mucha luz en verdad
La noche revela todo el entramado de la mansión estelar
Mientras el sol entronizado en su inmensa claridad
Termina por opacar del todo a sus colegas luminarias
Te convirtieron en el dueño de la tierra
Y del destino de tus criaturas
En la figura de Osiris, de Apolo, de Cristo
Y de muchos auto-cristificados
De modo que eres consumido
Cada domingo en la misa pagana










miércoles, 18 de enero de 2017

Ultimas Noticias de Un Delictuoso Cadaver




I

En tus tiempos de guerra y de paz
Buscando en las arenas del desierto
Las doradas dunas del sol antiguo

Donde los camellos dicen su plegaria
Ahí, Los santos y los derviches han dado su salmodia
De silencios y aguas espirituales

Entregando acaso gato por liebre
A los caminantes acosados de visiones
Los alucinados que se quedaron de viaje
En la maraña de sus pensamientos
Desde el día en que un misil de psicodelia
Fue lanzado hacia su cerebro

No obstante al perro no lo capan dos veces
Al menos una señal de alerta
Lo hace correr por su propia vida
Hasta no dejarse enredar
Por las serpientes capilares
De la ominosamente impredecible
Medusa de los navegantes bohemios

Cazadores que una vez fueron cazados
Y en lo sucesivo no van más que detrás
De las estrellas y de las nubes que pasan
Antiguos dragones de humo y pantomima
Hoy saben que más vale ratón vivo
Que un majestuoso león muerto


II

Ven hermosa, ya paremos de tanto trillar el grano
Que su aspereza no da signos de ceder
Los piratas nos han dejado sólo el maelstrom huérfano
Vacío tormentoso de los siete mares
Donde la tierra es el recuerdo de guerras
Que sucumben ante el avance de las aguas turbulentas

Así como la dinamita apaga los incendios del petróleo
La bomba atómica apaga el fuego de la guerra
Si, los humanos vamos forjando las sendas de la ironía
La Bomba H provocando que la paz sea cierta

Adolph Hitler sigue acariciando su bigote
Desde su apasionada isla de conquista dramática
A ratos lanza ahullidos desesperados de lobo
Mientras Eva Braun le acaricia el lomo
Y le dice, tranquilo papi las estrellas tuyas son
Nunca más el Nazareno
Las ruedas de tu carruaje imperial
Trabará con su cruz de madera.


III

Danza macabra apenas trastocada
Por la luz de las detonaciones
En la primera fila no ves más que a los clones
Bebés de la montaña y de las favelas
Haciendo eco a pistoletazos
De la obscena filosofía colonial
Detentada en clave de Reserva Federal
Muñecos de cerebros enjuagados
En lluvias de sangre y acero
Salvaguarda de los impresores
Del papel moneda
De los refinadores
De la moneda blanca

Corazón colapsado de la civilización
Enervado sistema por cuyas venas
Viajan las reacciones bioquímicas
De una matriz compleja y azarosa

Sin embargo una sola inteligencia
Se encuentra enrutándolo todo
En virtud de sus propios presupuestos
De sus privadísimos intereses de Demiurgo
De maquinista que no cuenta con ninguna
De nuestras empresas particulares
De nuestros afiebrados propósitos
De gigante trascendencia
De salómonica sabiduría
De Caballeros de Seingalt


Epílogo

Se queda corto el cósmico y caballeresco Hidalgo
Se ha disuelto en un gigantesco hoyo negro la pantomima
Renacen inadvertidos sarcillos del lado oscuro 
Manifestaciones de la voz de profecía
La voz de los antiguos siempre ignorada

Como era en un principio sigue siendo
Tiempo cíclico de eventos que se repiten
Aún en sus antípodas
Aún en su lado oscuro
Vino que antes fue veneno

Oración del incrédulo
Más valiosa que el clamor
De mil creyentes