jueves, 21 de enero de 2010

Mejor no Me Pierdo esta Faena



Son atuendos
cada vez mas cercanos
a entregarse al escaparate
o bien a tomar otro cuerpo
y se puede correr con mas
o menos suerte,
segun las vivencias
pertenecientes
al pasado
o figurando
porvenires
cosa ciertamente
elástica, errática.

De verdad sufre
de variabilidades
y diversos terrores
siendo en últimas
el temor algo así
como su peor enemigo.
entonces para qué decir
para qué mencionarlo
mejor si cantas
si armoniza
la estrategia
con la acción.

Con el lapiz te enseñaron
labores de dibujante
e interpretación de
diversos terrenos
ideales, simbolísticos,
demagógicos
-que juego
de escenas
para convertir
al paciente
en un enfermo
hay quienes se curan
hay quienes
se van curando
a una
y otra
velocidad

seguro que las
olas del tejado
esconden a tus gatos
que planean
verle la cara
de idiota
a mas de uno
no es mas que el etereo
recomienzo sintetizado
en los rostros
aparecidos
en la carátula de
una edición
de bolsillo
tan expresivos
como las cadencias
de una blues-band
lo que seguramente
le resultaría
patetico
a Bukowski
como para apostar
una carrerita
de jinetes
que no hagan
quedar mal
al viejo indecente.

Rastros de una fabulosa
era antigua que se perdió
en la selva asilmilando
secretos de medicinas
alternativas, en su
estado puro.

Seres con atuendos
que asemejan plumas
de ave blanca
devanando secretos
que se guardaron
sobre este universo
encantadores de
flores, de aves
y elementos






martes, 19 de enero de 2010

El Color del Desierto



Subo al blog algunos escritos engendrados durante un viaje sin itinerario. Poemas acaso, monólogos quizas que fueron fruto de la contemplación del paisaje tanto a lo largo del verde fresco y suculento del tórrido Ecuador y el brutal, agresivo color celeste del erial peruano. No hubo aquello de playas sino tanteos selváticos, nada de Machu Pichu pero el sentirse tragado un poco por el monstro de Lima y miraflores (algo de tamal y quinua para recargar, etc.). En cuanto al jardín ecológico de Vrindavan, hay que volver: alli la naturaleza parece hablar de su eterna conexión con las deidades hindúes y la asociación con los devotos de un modo singular como en aquella novela "La India Misteriosa" de Walter Eidlitz. Pasion por el viaje como reflejo de la transformación de la vida, y buscar serte fiel a ti mismo (puedes tardar eras, vidas en ello, quizas un segundo). Diana: oasis espiritual, color del desierto, ojos indios, etc.


I
Oceano de complacencias
que ahoga el alma
a través de los sentidos
me dejó el Señor
un billete de Us 10 en el bolsillo
pues el bien sabe lo que es respetar
la libre voluntad
sabe hasta donde quieres llegar
te deja
te vuelve a tomar

Perspectiva de gratificación
que se esconde en fiestas
de fin de año
para abrazar y besar
a mamá
llorar a hombros de papá
recordar que nada soy
sin amor por todas
las entidades existentes

(si acaso un paño sucio a los ojos de la madre tierra)

En su momento, el swami me hala del pelo
maestro espiritual
de todo se encargará Krsna, de enderezar
de ordenar, enredar acaso.
Solo pido una mente fija
en este insignificante aspirante
a servirle.

Somos charcos en la arena
hojarasca capaz de ser jalada
por todo viento
que sufre muchas veces sin llanto
sin sangre (que miedo)
"como una roca que no rueda"
como una forma humana
que apenas capta el reflejo
de sí misma.

II
Agente de lenguajes creativos
bajo la mirada de antiguos
lugartenientes
que no son vistos
cuya voz se entremezcla
en la renuncia de nuestros labios
a involucrarse en el vacío
y pensar que muchas veces
hemos creido estar cercanos
a entregar el cuerpo
para ser quemado

Dulzura, Dulzura
mentía con aquello
de hacerme tu martir.

III
La cruda vasija
en manos de
Antiguo Artesano
en su mirada
son disueltos
los soles que
enfrían la marcha
de los motores
milenarios
del tiempo
sonido de vientos
qie inspiran
avalanchas
avances
del espíritu
empujado por
el rictus
de la divinidad
felina
y la semejanza
de los dioses
acuaticos.

IV
Prueba
de fuego lento
te vislumbro
te poseo
sin el calor
sofocante
del deseo
me rondas
con la danza
electrizante
del gato
contínua y
radiante
con el galope
frenético
del desierto

Sigue la noche
y mi cabeza
es el aposento
de los días cercanos
al viaje a la luna
arpía de blancas mejillas
y curtida de ebriedad.

(ciudad: Mala Vida, Peru)

V
Rostros emplumados
con la frente dirigida al sol
algo mas que rostro
esa fuerza que no ves
en calles empedradas
en noches oscuras, antiguas
sin luz de gas
en rictus sonambulos
cargando encarnaciones
de olvidados dioses
atravesados de cabo a rabo
por la furia indolente de la selva
reducida su cabeza por
crueles esbirros del shaman
reducida a nada la escapatoria
de lo real

Al fin retoma su cuerpo
que le devuelve (o le trae)
sugerencias, esbozos
de algo que se irá
concretando hasta verse
completo, corporeo
del otro lado.






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