Elogio de Una Pelirroja

                       
















                            I

No se le reprochan cosas a la musa
porque decidiste llamarla princesa
aceptas los caprichos de la Beatriche
sin versos que rimen en lo absoluto

Heme aquí prodigando
mis alevosías contra el vacío
los buenos viejos tiempos
vuelven y de qué manera

Te quiero conmigo justo ahí
donde el infinito uso como instrumento
para descifrar las claves de la ausencia
el pecado en exceso no basta
no alcanza

Mucha transgresión
eficaz y silenciosa
donde somos anónimos
resistiendo desde
anárquica legión

(El autocorrector
es lo más imperialista
que concibo)

Libertad
Libreración
para los hijos
de la tierra

Cada quien luchando por su lado
eludiendo la esclavitud propia
e infligida

Eludiendo el convertirse
en un pinche tirano

Eludiendo el hacerse daño
por mano propia
porque llevamos tiempo
jodiéndonos esta vida

El dedo se encuentra
listo para cambiar
la página

Ahora corremos
nuestra propia carrera
luchando para vencer
los alteregos de la tiranía
y toda "esclavitud inversa"

(Quien detenta el poder llegó a ser
el primer esclavo de tendencia títere)

Quiero descansar
de este atroz fatalismo pesimista
quiero creer en la libertad
de toda especie semi-inconsciente
que vive por el espíritu instintivo
sólo que a un nivel demasiado humano


                       II
La naturaleza emocional de la mujer
tiene una fuerte ambivalencia
entre extrema fuerza y fragilidad

Con lo primero
es decir la extrema fuerza
que consiste en el misterio
de su feminidad
te hacen creer
que lo imposible
es posible
te hacen armar complicadas
estructuras en el aire
sostenidas por fuertes
bases construidas
por el enamoramiento
del hombre
gigantescos castillos de arena
a merced del poderoso vendaval

Con lo segundo
es decir su fragilidad
también construyen pirámides
de fortaleza y magnetismo
te deja porque en tu estupidez
y barbarismo
quiebras esa emoción
en un sentido hiriente
entonces
estás perdido

(Hay un punto en que no llaman más)

Ahí donde ha desaparecido
el humo de la mecha previamente encendida
dan la vuelta y miran el paisaje
que tienen en frente suyo

Es preciso comenzar de cero
aún más si vives en pueblo chico
donde el escándalo
está a la orden del día

Contempla todo
contempla las capitales
del mundo

Haz de tu propia
vida el estigma
de una leyenda
viviente