miércoles, 18 de enero de 2017

Ultimas Noticias de Un Delictuoso Cadaver




I

En tus tiempos de guerra y de paz
Buscando en las arenas del desierto
Las doradas dunas del sol antiguo

Donde los camellos dicen su plegaria
Ahí, Los santos y los derviches han dado su salmodia
De silencios y aguas espirituales

Entregando acaso gato por liebre
A los caminantes acosados de visiones
Los alucinados que se quedaron de viaje
En la maraña de sus pensamientos
Desde el día en que un misil de psicodelia
Fue lanzado hacia su cerebro

No obstante al perro no lo capan dos veces
Al menos una señal de alerta
Lo hace correr por su propia vida
Hasta no dejarse enredar
Por las serpientes capilares
De la ominosamente impredecible
Medusa de los navegantes bohemios

Cazadores que una vez fueron cazados
Y en lo sucesivo no van más que detrás
De las estrellas y de las nubes que pasan
Antiguos dragones de humo y pantomima
Hoy saben que más vale ratón vivo
Que un majestuoso león muerto


II

Ven hermosa, ya paremos de tanto trillar el grano
Que su aspereza no da signos de ceder
Los piratas nos han dejado sólo el maelstrom huérfano
Vacío tormentoso de los siete mares
Donde la tierra es el recuerdo de guerras
Que sucumben ante el avance de las aguas turbulentas

Así como la dinamita apaga los incendios del petróleo
La bomba atómica apaga el fuego de la guerra
Si, los humanos vamos forjando las sendas de la ironía
La Bomba H provocando que la paz sea cierta

Adolph Hitler sigue acariciando su bigote
Desde su apasionada isla de conquista dramática
A ratos lanza ahullidos desesperados de lobo
Mientras Eva Braun le acaricia el lomo
Y le dice, tranquilo papi las estrellas tuyas son
Nunca más el Nazareno
Las ruedas de tu carruaje imperial
Trabará con su cruz de madera.


III

Danza macabra apenas trastocada
Por la luz de las detonaciones
En la primera fila no ves más que a los clones
Bebés de la montaña y de las favelas
Haciendo eco a pistoletazos
De la obscena filosofía colonial
Detentada en clave de Reserva Federal
Muñecos de cerebros enjuagados
En lluvias de sangre y acero
Salvaguarda de los impresores
Del papel moneda
De los refinadores
De la moneda blanca

Corazón colapsado de la civilización
Enervado sistema por cuyas venas
Viajan las reacciones bioquímicas
De una matriz compleja y azarosa

Sin embargo una sola inteligencia
Se encuentra enrutándolo todo
En virtud de sus propios presupuestos
De sus privadísimos intereses de Demiurgo
De maquinista que no cuenta con ninguna
De nuestras empresas particulares
De nuestros afiebrados propósitos
De gigante trascendencia
De salómonica sabiduría
De Caballeros de Seingalt


Epílogo

Se queda corto el cósmico y caballeresco Hidalgo
Se ha disuelto en un gigantesco hoyo negro la pantomima
Renacen inadvertidos sarcillos del lado oscuro 
Manifestaciones de la voz de profecía
La voz de los antiguos siempre ignorada

Como era en un principio sigue siendo
Tiempo cíclico de eventos que se repiten
Aún en sus antípodas
Aún en su lado oscuro
Vino que antes fue veneno

Oración del incrédulo
Más valiosa que el clamor
De mil creyentes


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