La simple ecuación del poder
Descifrando las entrañas de la Madre Patria
Y encontrando apenas las sombras sin cuerpo
El vacío absoluto por completo descarriado
El estudiante que aspiraba a cambiar un país
Que en un comienzo se tomaba sede diplomática
Y en una curiosa vuelta de tuerca
Nos demostraba lo que según su lógica
Era tomarse por asalto el poder
Según los cálculos políticos
De toda la vida
Entonces mientras contemplaba por la tele
En llamas a sus compañeros de lucha
Mientras las palomas de la paz
Eran borradas por las bombas
De la mafia
Aquel estudiante de roja boina
Vendía su lucha al poder reinante
Aquel poder tomado
Por los cabellos de la medusa
Que entregaba grandes porciones
De energía a su adeptos
Con tal de desatar
La orgía de la sangre
Entre semejantes
Ya no se trataba de comerciantes
Defendiendo su derecho
A mover sus inventarios
Puesto que ello lo establecieron
Como una máscara
Para el sacrificio ritual
Alimentado por el terror
y el olor a carne chamuscada
Por ahí vemos a los ciudadanos
Comunes y corrientes
Exhibir sus dientes con orgullo
Aun sin la conciencia de ser engañados
Solo con el afán de encontrar culpables
En quienes descargar sus frustraciones
Y convertirlos en sacos de arena psíquicos
Para golpear una y otra vez
Mientras el veneno sigue siendo exportado
A los imperios en franca decadencia
Cuya caída es amenaza de obliteración
Para todos los que impávidos
Contemplamos al Leviathan
Mientras nos divide con sus tretas
Simbólicas y bélicas
Porque el sonido de sables
Porque las lluvias de acero y fuego
Nacen en los enunciados
Fabricados por los telediarios
Esos teatros del Gran Capital
Donde se hierven todos los huesos
Donde su pone toda la carne en el asador
De modo que el ardor de tus ojos
Domina todas las dinámicas de tu cuerpo
Que sigan disparando sus ráfagas de fuego frío
Destruyendo lo que resta de dignidad
La pasividad es un veneno que mata lentamente
La capacidad del pueblo ante la arremetida
De los que toda la vida
Han crucificado la belleza
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