martes, 7 de julio de 2009

Deambulando Por Las Praderas De Mi Voz



Esporádicos ataques de ansiedad: La grotesca figura de quien convive con la transgresión cumplida. Prometieron no hacernos nadar en las lunas que nos quieren hacer reversar en nuestros adelantos, y en las lunas tornarme ciego y comportarme como el habitual esbirro al abrigo de matrices apresantes en esta irreal realidad.

Salida desquiciante que tumba los ídolos parados en castillos de naipes y vientos, se esperan tremendos sucesos a partir de tus actuales atrevimientos, por ello evitas reproducir aquellos raudos resbaladeros en la probabilidad de acelerar demasiado el proceso de decadencia para estas naturalezas ambiguamente sostenidas por la voz del sincretismo y ciertos hilos de grávida, acomplejante, agresiva pasividad: implosionas en aquella remota ansia de presenciar el acabose del diluvio...

(...manifestación congruente de aquella fuerza plena de amenazas para mi privado sentido de la orgía).

Trampa de la que me haces hijo, trampa con que me quieres expulsar de tu casa. Retornas una vez más con tus apegos; y si bien es probable que hayas dejado muy atrás aquella encantadora protesta de tu corazón, retén al fín y al cabo estos itinerarios con los que me permití llegar a rozar los firmamentos sensitivos tuyos a la par de estas ebrias pretenciones de cumplir la ruta perfecta de los profetas cósmicos.



Ahora tus silencios me hablan de para-siempres que me carcomen, que me bajan los colores a esferas que ni el diablo se arriesga a investigar; porque el arte de las nubes ya no gusta mucho de mostrarse a las masas, mas bien entrega sus tesoros a la contemplación ociosa de los payasos lógicos, líricos, multiconvencionales; laborantes de su propio arte de farmacopeas buscando evadir los lerdos cortejos del tedio.

"Ninguna tristeza que me remonte a la dorada alegría que me supone este explayante verano"

Por poco me quedaba decepcionado por mi amigo dios, enviándome estos ripios terapéuticos que me untan de latrocinio y delicadas iniquidades. Con seguridad de mártir tiro mis puntadas al vacío para que me pesque la revelación: proyección del más allá entre sagaces flirteos. Aquel chamán de oscura piel que una noche confió en que yo lo esperara largamente en un antejardón, Jattin (poeta colombiano)no se sentiría decepcionado con estas franquicias de salvaje penetración.



En fín, detesto esta asquerosa demora de mi camarada, detesto pensar que ya no habrías de volver.

1 comentario:

Zayi Hernández dijo...

hoy me has sorprendido...el relato es muy a lo Poe, me he deleitado...aplausos!
Besitos.