domingo, 5 de julio de 2009

El Maquinista del Día-a-día




De tus subterráneas factorías
Reportame la desgarrante queja
Del maquinista cuyos sueños galvanizados
Otorgan poder nada mas que a las plúmbeas
Quimeras de los Antiguos Señores

Este desvalido funcionario
Debería definitivamente amotinarse
Como aquellos gigantes con alas
Y por supuesto tomarse el cielo por asalto
Desbancar la morada de los “Ilu”

(Hombres Altos, guardianes nefilínicos, Señor nuestro)

¿Solo puedo conocerte mediante la promesa salvífica del Cordero?



Llegarán días en que la ciencia escaseará
Y unos pocos Verdaderos Maquinistas
Lograrán romper las cadenas
Con las sucesivas mutaciones
De sus míseras naturalezas

¿Por qué estos cuerpos de muerte para pensamientos tan alados?

Si acaso siguiéramos martillando
Con nuestros sesos ese piélago
De condenados infolios




Si acaso volviésemos
A los brujeriles senderos
Donde las plantas de nuestros pies
Empiezan a sentir los simbólicos calostros
De los providenciales transportes

Respuesta sicótica a todos estos estímulos
Que co-gobiernan esa conspiración
Contra mis apaciguantes arrestos

Respuesta estrambótica
Guerrero rodante en desiertos
De aguas cortantes

Fundición lenta de mis
Cadalsos estrangulantes

Epistola impausada
Del apostol danzante
Que me viaja desde
Catorceavos planetas





Y si el mundo parece estar hecho de paja
Uno mismo lo quiere quemar para bajar
Esta ansiedad asesina

Perverso torrente que amenaza
Mis toros mirados
Desde la barrera

Hermandad del cobre
Y la galleta del camino
Que se recolecta de la divina semejanza
Obsequiada por los músicos camaradas

Estudiantes de los astros
Cuando esta dimensión
De recórcholis mediáticos
Aboga por cuatro mil y mas años
De desinformación sistemática



La cruel elección
Nos renombra en cada una
De nuestras personalísimas injustezas

Yo el primero en la fila de los convictos
Y el último en la linea de virtuosos
Casi excluido –por así decirlo

Cancer en los capricornios
Articos en las antartidas

Repon estos habitos míos
Que me ligaban a la pereza
Que digo pureza
Y pureza de cristal



Filosofía del color blanco
En escamas que voltean los ojos
En color blanco narrando cuentas
De rezanderías lejanas

El mayor, mayor de los recursos
La búsqueda de un sendero espiritual
Que abra estos ojos ciegos a mucha
Aura trascendental desperdigada

Renacimiento del instinto vital
Luego de redescubrir el sentido de la plegaria
Cada noche es la oportunidad de flanquear
Las eternamente abiertas puertas



Noche entretejida de mis sueños cansados pero valientes
Que no contemporizan ni tiranizan
Quizas les tengo el estigma de destruirme
A todo lo ancho y largo del desierto (arabe, isrraelita)

Detector de antiquísimas gestas nucleares, volátiles espectros de amonio

Reverbero que ya ha empezado
A ser mediador entre el trabajo
Y la iluminación que se expande
De numerosos hallazgos

(Señal de victoria,
demarcación de territorio
en las cuatro direcciones)

2 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

TIENES UN ESTILO ÚNICO, ESO SE VE A SIMPLE VISTA...TUS PROSAS SON DE LEER...NO DE REPASAR LA VISTA, SINO DE LEER. ME GUSTA ESO, CREO QUE CUANDO SE LLEGA A UN ESPACIO ASÍ, HAY QUE PARAR CON TODO Y DEDICARTE A ELLO...TIENES MUCHA FUERZA, SIENTO QUE TUS ESCRITOS NO EMANAN CON SUAVIDAD SINO EXPLOTAN CON LA FURIA DE UN VOLCÁN...
BESITOS.

Nicolas Nautfal dijo...

Tan linda, gracias por tus comentarios