Segunda Entrega (Proyecto Novela)

Su letargo le parecía cosa demasiado absurda, se decía a sí mismo el proxeneta. Pero esos largos martes -quizás sin desayuno- le estaban adelgazando no solo por la comida sino por esas noches en que sacaba la contabilidad del negocio. Las calles se habían enrarecido, era cual si se le hablara a almas mortales en cuerpos inmortales. No dudó en recordar incluso la conversación con J. A. deduciendo la realización de muchos de los miedos del mundo "moderno". Sergio por su parte interpretaba a su manera las comillas en esa palabra, y difería de Marce en su idea loca del cuerpo y el alma. Los carros, el computador y los aeromodelos, todos ellos perversos César Borgia de Maquiavelo: una vez los adquieres preparate en la mayor parte a desaparecer primero que tus posesiones, de ahí a merced de lo que se presente. Pero que es toda esta Barbaridad, penso: demasiadas libros en el pasado y ahora todas esas películas le dejaban en desventaja con los colegas de profesión, esos chicos prefieren ganar antes que todo. Se me ocurre un gangster negro de esos que se quedan con las chicas. En la tarde, llegaría un invitado especial, Sergio el viejo amigo que le habia empezado a prestar libros como El enigma del Santo Domingo, de Melville o las yonkies obras de Escohotado: servicio completo de dos nenitas para este muchacho que andaba tan solo últimanente, eso si no se despegaría de el por que de seguro se emborracharía mucho y las peladas le robarían sin duda los billeticos de la cartera.

Sigue tercer fragmento en los sketches, no olvidar que "por entregas" es suceptible de construirse colectivamente.

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