martes, 1 de diciembre de 2009

A Monte Cerrado



I

Sin demora desgarraré un grito ensordecedor.
Sin la hiriente hoja que trasquila los montes.
A monte cerrado, encriptado;
Sentidos que suponen ora sutiles, ora intensas
correspondencias.
Arreciando desde adentro las fieras lógicas
con sus madremontes y lloriqueantes madres de luto
Repruebas en traición, te arremangas tu lluvia
voluntariosa
Espera en estos atrios en que fuentes de poder
y humanidad te rozan, te hablan
Se escuchan todavía los cuentos y fábulas de viejas,
pasan al otro lado los aviesos sermoneadores

(recuérdese la canción "The other side" de Morphine)

Luego te arremeten con los fantasmales puños
que suele lanzar el martilleo deífico.


II

El escollo que se hostiga
pronto se entretiene
con las artes prohibidas
de la caza
Acaso se topará con
las consabidas obras
concebidas por el frío
rictus calculador
incluso con los físicos
rostros detrás
de las metamorfósis
Se quiere sorprender
a los diestros (quizás siniestros)
ejecutores
de la extravaganza
mediática, química
y de poder
No es tan remoto
el goce naufragante
del Reencontrado.


III

Eldorado

Cubierto de oro. Sol dorado
te escapas monarca
del sediento tirano.

Con menosprecios de tu alma
avanzaba el depredador
de los valles,
el fundador de ciudades
el mercader que aporta
alternativas fatales
para el principio
de embriaguez

(...te alimentabas por la piel
como un anfibio...)

Y sin proponérselo demasiado
te hicieron sentir
el azote en tus carnes
conducidas previamente
por el arrullo universal
de los Elementales
La tribu expresaba
algo muy extraño
para el incipiente humanismo
con su ladino
tufo ritualista....


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