martes, 14 de septiembre de 2010

Gotereros en Apuros I



En la pensión nos encontrabamos a mitad de semestre en nuestras respectivas carreras. Personajes como el costeño siempre me causaron particular curiosidad por la amplitud de su vocabulario y sobre todo tan representativo de su región. O Charly el tumaqueño con el que haríamos una de aquellas amistades que por lo apresuradas suelen terminar en tragedia o consecuencias tan vagamente medibles dichos vínculos peligrosos te pueden conducir o hacer conducir a otro a la prisión.

Esta es en efecto la historia de unos gotereros en apuros.

Con un ego relativamente alto, por sus tempranos acercamientos al mundo del saber y de las artes...se malograron rápido, se entregaron con demasiada prisa a un fervor que pronto estaban visitando con frecuencia las cantinas. Es de anotar que estos son muchachos de casa, que han bebido a costa de los demás y se fueron transformando paulatinamente en "papa caliente" que todos se pasan entre sí de modo que cuando se pone fría ya nadie se quiere hacer cargo de ese comestible. Deja de ser comestible.

Habrían llegado a ser grandes amigos, pero lo imprevisible terminó por separarlos hasta el momento. Quizas llegue el día que me encuentre otra vez con Charly y desbaratemos el país con nuestras palabras, recordemos las andanzas de la loca juventud y hablemos de negocios, de mujeres y de lo paranormal. De uno u otro modo habría mucha música....en pocas palabras seguiríamos siendo hermanos en la alegría y el dolor: yo se lo poco que queda de la pompa de esta vida...por eso creo que esta debe ser transformada desde el principio creativo.

Empezamos a rotarnos libros, licor y palabras. Nos dedicabamos a pasar largas horas en discusiones de once y mil varas leyendo en voz alta versos del Conde de Lautreamont, releyendo En El Camino de Kerouac. Habían sueños tremendos de llegar a ser científicos, escritores, queríamos cambiar el mundo y eso desde el lado mas angosto: desde las carencias de nuestra bohemia....pronto ya queríamos ser chamanes y mesías, representantes de la fe y superestrellas. El camino del ego en su curso mas acelerado: los proyectos juveniles no informados por los concretos visos de la experiencia.

El comienzo del fin: se tejió un ardid para sacar licor del estanco por modos penalizables, de modo que los chachos se confiaron y fueron encontrados in-fraganti dentro del depósito sustrayendo hamponamente las vituallas etílicas del recinto de libadores y consumidores compulsivos. De modo que serían conducidos a la permantente de la ciudad X donde pasarían los próximos tres días mientras las respectivas familias y acudientes procuraban ayudar a resolver su situación.

Muy verdes para ser gotereros en un país de médicos, ingenieros y abogados...lo que la copa destruye, lo que los subterfugios socavan, lo que las tormentas purifican. Charly y mi persona nos reuníamos como los grandes compadres y pronto el convite evolucionó al golpe aleccionador de la rueda de la fortuna...es que de las "cagadas se aprende" por que de lo contrario estamos c...... hoy te envío el mas caluroso abrazo donde quiera que te encuentres camarada, yo tengo mis proyectos tu te haces rico.

Van entonces a re-encontrarse estos gotereros?

2 comentarios:

Unknown dijo...

una prosa demoledoramente cómica y existencial!

niñaraña dijo...

buena historia!!! sera real? se pregunta una... la virtud de la hamponeria es el valor de declararse culpable!
y claaro! de no dejar que el tiempo cubra con una cortina de polvo los recuerdos...
un abrazo desde aqui no mas... y segui recordando oís?