domingo, 15 de septiembre de 2013

La Inefable Presencia De Gaitán Durán














Presencia del Hombre 

Todo está en mí, todo crece en mi alma
como el cielo estrellado en las noches inmensas.
Lejos de mí las espadas de los ángeles,
lejos de mí los ídolos de oro.
No quiero ver la luz ineluctable,
no quiero otra luz sino es la mía.
Que se apague la llama de los templos,
que se rompa la lanza del costado,
pues ya en mi ser clarea
un dolor más humano, un fulgor suficiente.
Alzadme, alzadme al infinito,
a mi propio universo ilimitado,
alzadme a las esferas armoniosas
hasta encontrar mi majestad de hombre
mi expectación celeste,
sin impura materia de los sentidos.
Porque vendrá en el tiempo de mi esplendor.
Porque en el alba caerán los muros de las cárceles
y las anchas cadenas de diamante.
Porque seré libre por toda la eternidad.


Jorge Gaitán Durán




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