En esta rosada esquina
donde tu y yo vivimos la gesta
del amor entre las estrellas
y los hilos de atracción
tejidos de ventana a ventana
las propuestas al oido y en voz alta
de quedarnos a pasar tiempo juntos
sin que los ladridos del samoyedo
alteren el trenzado de besos y caricias
cero promesas nos dijimos desde el comienzo
y en mis estrechez de mi buhardilla
reconozco que tu ausencia me produce ascuas
que las ansias son letales como labios sin besos
emplearse en sabanas con tu almohada
para peinar los arcoiris de tu ensueño
saltando los charcos en la pradera de tu vientre
santuario de los esbozos y los tesoros
Ahora, en esta tu esquina rosa
veo florecer mi cuerpo como en otros dias
cuando los quesos y los vinos
guardaban inéditos aires de nobleza
angeles en torno de tu cabellera
en frescos paisajes de los hermanos Rosseti
donde ofelia entrelaza los mundos de esta vida
con las danzas macabras de la otra vida
paso a paso lentos los dedos
camino de su total redencion
pequeños en que habita el pecador
aquel que todo lo sabe
sin alterar el gusto
incomparable
de todo
lo aprendido
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