viernes, 1 de octubre de 2010
Psalmodia al Paso
Alimento de lluvias
en estas secas fronteras
con los voltajes de otros planetas
y las inteligencias brujeriles
El Quitus de Michaux
comadres efervescentes
y gatos tigres irrumpiendo en las mesas
Calles que comienzan y terminan en tu corazón
Fiestas patronales
con llamativos lechones horneados
sazonados en sus orejitas a mas no poder
Calles que comienzan y terminan en tu corazón
Promesas de un amor sin fugas
promesas de fusionar seres diferenciados
en un solo proyecto de arte y lo que
la venta puede lograr para los dos...
aún si de hecho cada uno quiere
tirar por su propio lado
Calles que comienzan y terminan en tu corazón
Cocinar juntos y partir
en el laberinto erótico de la noche
sin los comienzos eternos
flotando entre los globos del instinto
que van descubriendo rostros
pestañas mejillas y cada vez
nuevas intenciones
nuevas por las máscaras
que traen
nuevas por la prisa en mostrarse nuevas
Calles que comienzan y terminan en tu corazón
Sabor de pan recien horneado
suavidad de tu boca recorriendo
pertrechos eléctricos
y dibujando el halo de brazos
tocando sin tocar a la distancia
admirando la silueta que se acerca
y adivinando lo que haría en las ausencias
Calles que comienzan y terminan en tu corazón
Mesa para cuatro
compañía teatral
que promueve mundos nuevos
mundos que construyen
y rehacen lo que no pudieron
los elementos de poder
visible
que adornan con visos
de conocimiento
y embriaguez creadora
los espacios
que dejan vacíos
la distracción y el descuido
de los transehuntes
enmarcados en periódicos
esquizofrénicos
y en informaciones
promotoras
de la ceguera
y la rutina...
Calles que comienzan y terminan en tu corazón
Etiquetas:
correspondencia,
Ecuador,
psalmodia,
Quitus,
verso blanco
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