miércoles, 9 de septiembre de 2009

A Riel



Vas a tono del conflagrante
rumbo de la percepción
certeramente trasgredida
por los hirientes vasos
de la voluntad.

Poción destructiva
entre el lerdo paso de las horas
En que la mente no sabe bien
para donde ir.

Por ello,
irrumpe ostentosa
de fuerzas reales
La decidida, rauda
y deslizante
avanzada
de la voluntad.

Sueños que se repiten
trocando el espejo en tangencia;
exprimes a fondo tu debate
para probar:

Que las cenizas siguen vivas aún
Que los árboles no callan
Que las aguas no te esconden.

Irrumpe búfalo
que tus adversarios
despliegan su aciago poder
en maneras que no te imaginas.

Ningunas astas de contra-poder
Sino la necesidad de avance del guerrero
cuyo camino es de corazón.



Soledad del éxtasis
en un momento de la jornada
itinerante.

(aún si la muerte es solo el comienzo
a veces sientes morir de diez mil muertes)

Y la suerte que corres
suele ser infinitamente mejor
de lo que enfermamente temes;

Y crecen muchas mas rosas
en las avenidas del pecado
de lo que acostumbradamente
me creo.

Explotaron todas las creencias
y sus ídolos modernamente
confeccionados a la medida
del ojo-que-todo-lo-ve.
(quien posea oidos para oir...)

Renacierion incluso los antiguos dioses
enviándonos umbríos mensajes
al fragor de guerras,
epidemias y
conspiraciones.

Algo tiene que decirme
esa historia "humana",
reciente, rauda,
decadente.

Seguro se me ocurrirá
que la union hace la fuerza
(teniendo en cuenta que nos temen)

...no se lo cuentes a nadie.

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