el vino de elena

El sentido
de la embriaguez
puede ser tan refinado
que lo excecrable
toma unas notas
de trascendencia
etílica u opiácea
que pronto los puntos
de vista se tornan
sospechosamente
ampliados por
la acción de
un número
hasta el momento
indeterminado
de venenos
que justifican
los surcos
que deja
la reina
serpiente
por el colchón
de arena

pero esto parece
una nada
y me lo critico
como ninguno
después de
celebrar
endiabladamente
el milagro
de la vida
los misterios
inenarrables
cuando tal vez
siga con tu nombre
"cerrado en mi puño"
y este sonido
bestial poderoso
entre todo golpe
de timbal
y cuerdas
de piano
entre todo
este mar
de hervores
en que contemplamos
las mejores peleas
del negro pambelé...




...fiera negra de los
montes de maría
y las calles de
san basilio
tierra de
tamboreros
y el famoso
chirrinche
que los lugareños
prefieren degustarlo
puro sin la intervención
del agüe-coco
por aquello
de que su interés
es tener su
africana garganta
bien lubricada
para las extensas
noches de golpe
cuentería
y asesinadura
del cochinillo
hace calor
pero estas
noches
de jeans puestos
y camisa gruesa
a pesar del calor
te hace estar
a las anchas
de un profesor
de Cereté-Sucre...



luego recorriendo
las calles de
Cartagena
para homenajear
toda estrategia
rebuscada
para pasar
el tiempo
de sentarse
en andenes
para ver
pasar las
almas y
el sentido
profundo
de esta vida
en que todos
vamos descubriendo
ese viejo arte de
extraer del barro
oro, tiempo y oportunidad
como serpientes
de la sobrevivencia
y águilas encontrandose con
inusitadas luces
del ámbar bazar
de la existencia
cosas para ser resueltas
entre los resplandores
escarlata de un vino
griego escanciado
"en un pueblo
blanco
que dejé
detrás del mar"
nada
de decirle
mieeeerda
a la poesía
porque se
que ella aún
sostiene
el arcoiris
en los campos
verdes de la creación
y en las quebradas
planicies
de la dizque
civilización
entonces
ya no sale tanto
bagaso de estas
reflexiones
por algo
nos paramos
en las pestañas
para buscar
algo
de muy
facil
hallazgo




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