Semanalmente había de encontrármelo al menos una vez para ir por yesca a "las canoas" y para hacer más relajado el viaje, lo que llamamos hacer el trabajo sucio solíamos continuar aquella sempiterna conversación sobre la mega-conspiracion que intentaba impregnar las vidas de todos nosotros por medio de una sutil infiltracion en la parte psíquica, de modo que la parte maldita seguiría haciendo su agosto colgando así en estacas a los martires de causas perdidas, viajeros en el tiempo que se descubrían en las regiones inhóspitas de los avatares. Sacaron imágenes de cohetes de las cuevas de los aborígenes, sacaron clases de entender el cielo y el extracielo en las runas de los magos dogones y el sensei zulú, ten DUNZA!! no tengas miedo que la acción te regala de inefables alquimias por donde hacer realidad tus imaginaciones, los ideales de conocer mas de primera mano a la Beatriche, que pronto se resumiría y expandiera en las avenidas de erótico folclor en una actriz de colosales proporciones, y mirarse en la noche, mirarse en no tener miedo, en avanzar raudos a la meta....
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