lunes, 31 de enero de 2011

Aspaviento de Máquinas




Te regalo el fuego



¿Cómo amanece ese corazón?
Fuego que te causa el giro

Fragor de simetría
Emanada de aparatos
Eléctricos

Dispositivo
que localiza
A todos

Tributarios del radar
Del satélite
Visto por el ojo
Pegado al cielo

Mejor le pides
Posada al silencio

Pues con tanto caminar
Veloz, agresivo, tenso
Te tomas vacaciones
De explorador

Te carcome
sentirte atado
A algo

Oh amiga de los arranques
Incontenibles del ensueño

Desatas nudos
Y entre tanto quebradero
De cabeza y corazón
De golpe te sitúas
En tu jardín
De delicias
Creación
Y metamorfosis

Eludes los chascarrillos
De dudoso sarcasmo
Y aún así haces
El ridículo

Viajas con esa auto-burla
Con esa ensoñación
De la puesta
En escena
(sin trabajo
No lo consigues…)
Al punto que sufres
Si no te asumes:

Rotundo
Atleta
Labrador

Ejército
De enanos mentales
Al que
Engañas
Con estímulos
Verbales
Visuales
Auditivos
Al punto que regalan
Destrezas
Resiliencia
Reacomodación

Te pruebas
Dices de más
Ya no postergas
El chapuzón
Taumatúrgico
Hasta que
Resucitantes
Susurros
Se irradian
Desde los desiertos

Vuelve y recuerda
Lo que olvidaste
En tu loca improvisación
Mientras echabas
El aspaviento
De máquinas
Acuchillando el aire

Con todo avanzas
Resplandecen los ojos
Cada que los deseos
Superan obstáculos
Y se alimentan
De trasnochos

lamiendo musicas
en las cortinas
pincelando universos
entre la oreja
y la almohada

2 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

Duele atarse a algo, incluso duele mucho más que a no atarse a algo...
Un besito.

Unknown dijo...

como no decirle que su poema me llega línea a línea amigo mio, qué gracias, que parece hecho pa mi en estos momentos!

;)