miércoles, 28 de abril de 2010

Tu Afinidad Con Las Cosas

I


Que nada te robe tu afinidad con las cosas
ni el veneno ni el nectar
ni siquiera quizás un gran amor
porque naciste en sintonia con el todo
y el cosmos te recuerda de tal forma
que aún se sumergen las hadas en tu sueño

Para qué caminas hacia la roca sólida
si tienes el agua que purifica tu canto
si tienes el fuego puro de tus andanzas
y la desvergonzada complicidad de trovadores

(te hundes en ciudades de plomo
donde crece un jacinto alimentado
por la multiple codicia del demiurgo)

Te miras al fondo de una larga recámara
liberado por eslabonadas series de habitos
contemplas la leyenda en el umbral.
"quien no posea el don de la ensoñación
no atravesará esta puerta corrediza"


II



Tierra prometida
aun sin descubrir
este presente cerebral
hepático y sobre todo
cruzado de espanto
látigo y
el lenguetazo
de satán...
Puros atavíos
de conciliábulo
para arropar
el cuerpo
del Gran Amor

Tu cuerpo
deja de estar sordo
a las otras sabidurías
que comprenden, iluminan
y aún se encargan
de hacer añicos la ceguera
"con el esputo de una puta"

Que nada te quite afinidad
con los días, que nada
te impida moverte
hacia las profundidades
donde brota el ensueño
donde te refugias
a contemplar
la sonrisa de gigantes

Eres afín con tu estrella
ella te llama, te canta
reconoce tu vibración

se posa en tu
semi-inconciente
viaje por
el tiempo

1 comentario:

Zayi Hernández dijo...

me ha gustado muchísimo el primero.
Un beso.