domingo, 12 de abril de 2009

Promesas del Tedio


Pronto saldrán a cazar los hijos de la noche
guarnecidos por las sombras de los frondosos àrboles
envenenados de la energía ofídica para salir del paso
resolviendo el pasado en unas pocas lineas
y atacando desde suaves posiciones al marine ignaro
francotiradores de purpurea membrana
que avizoran las avenidas atestadas
y lanzan ráfagas de palabras ponzoñosas y ácidas

Prométeme flor del tedio hacerle un llamado a mis antípodas
y poder reconocerme en alguna cosa bajo la faz de la noche
déjame Señor algo de espacio para perfeccionar mi arte
y robarle algunas rosas al refrigerador de Bukowski
atrás quedaron las ínfulas del poder que corrompía
permanecen en mi solamente las cicatrices del tedio.

Todos los cielos son grises
y el pálido sol refulge vagamente
con la luz de la melancolía
Bajel aventurero capitaneado por Heliogábalo
tu tripulación hace mucho sucumbió
al canto ponzoñoso de las sirenas
guías la nao solo
hacia el funesto y definitivo
descenso al maelstrom

La novena es una novena de negociación
que se aparte a escribir el poeta
y se avenga el declamador a declamar
maestro de empresa dramaturgica
apenas rozas la esquina demiúrgica
soltando las amarras que te bloquean
la entrada al suave paraiso sobre las olas
canta sirena si quieres
eso si- no me pidas
que me quede.

la transitoriedad
lo difuso y lo vago
me definen y no me delimitan
me expando como un flujo de iones cósmicos
pos de la luz obscura de ese sol negro
que cubre el zenith de mi sino

Vieja cantilena budista del desarraigo
me voy para siempre con la arena de las olas.

2 comentarios:

Nicolas Nautfal dijo...

A ver querido Leo, recuerda la creación de esta personalidad lírica como la reanimación del viejo ideal ossiánico que contemplaba a los héroes en el vestido de carne y piel sufriente. Pero, ¿sabe qué? briegue con eso, sufra bien y recuerde sus momentos en la inmunda como el periodo de aprendizaje, arado de la tierra deparando así los frutos sazonados para ser comidos en la instancia triunfal.

Unknown dijo...

Nicolás, Hermano, tu sabes bien los tortuosos caminos que he recorrido al igual que los tuyos propios, de cada experiencia nace una bella flor poética, malvada como las de Charles, increíbles como las de Eluard y Bretón, Ponzoñosas como las de Bukowski o Ginsberg...
La cena es un banquete para nada frugal...pletórico de delicias balsámicas que diluyen el "Iself" en un unico tono de refulgente y cegadora luz